martes, junio 26, 2007

Historia de una Rama

Soy rama injertada a tu arbol.

Nací quizas de tu arbol, o solo veniamos injertados desde antaño a vos, crecí bajo tus costumbres, tu cuidado y protección, allí descubrí el sol, la brisa, la lluvia, el rocio y la llovizna, pase por frios, heladas, y tormentas, pero a tu lado, nada me afectaba por que creía que estaba unido fuertemente a tu tronco, que la rama que me sostenía no me dejaria caer, por lo que jamás me preocupe, por si llovía o si nevava, si había viento o helaba, simplemente me dedique a jugar, a disfrutar, a amar, a reir y a soñar.-

La vida de esos primeros tiempos fue maravillosa, crecía fuerte y rozagante, fuí una hermosa hojita, venía de convertirme en una distinguida varita, flexible por el viento y el clima,
y apuntaba a ser una fuerte rama, orgullosa, vanidosa y quien valla a saber que mas.-

Y asi de lo lindo que estaba la vida unida a tu arbol, una de mis ramas guias se abrió, se bajo y quedé a la intemperie juntos con las otras ramas de mi alrededor, ya el viento helado me daba en la cara, el sol a veces me quemaba, la nive me lastimaba, ya no era tan flexible como antes y tanto viento de golpe no me gustaba, para mi todo esto era un desastre, y solo me quejaba diciendo que todo estaba muy mal.-

Furioso, enojado con el gran arbol, mil veces le pregunte ¡¡¡por que la dejastes caer???, a lo que o nunca me contes o jamas lo quice oir yo, por lo que en vista de ello, con otros mas, decidimos alejarnos de un arbol que a nuestros ojos era completamente injusto, ya que le habiamos pedido que nos trajera el nido, y no solo no escucho nuestro pedido, sino que a parte dejo a la rama guía caer.-

Decidido, no habiendo mas nada por hacer colgado de "ese" arbol, con el cual hasta me molestaba el simple contacto, corte la rama que me unia a él y salte al suelo para ser libre y alejarme de él.-

Allí como pude, en la tierra me clavé, heche raices y poco a poco empece a crecer, como pude me fuí acostumbrando, me fuí acomodando, me las fuí rebuscando, así pasaron muchas, muchas primaveras, otoños, inviernos y veranos, en el interín me convertir en un principio de arbol, puesto que si bien no tenía ni un cuarto de tu magestuosidad, ya tenia mis propias ojas y de a poco los pajaros miraban mis ramas para poder empezar a poner su nido, hasta en cierta oportunidad uno estuvo a punto de acentar en mis ramas su nido pero al final se fue y voló.-

En medio de todo esto empezo a pasar algo raro, como ocurre en esta lugar donde escribo, descubrí que si bien crecía, algo me faltaba, que no era lo mismo mi vida en el arbol, que la vida solitaria que llevava, que a veces tenía de todo lo que necesitaba, pero no era del todo feliz, que un bacio dentro mío me inundaba y no me dejaba ser feliz, me faltaba algo y no sabía bien por que no podía ser feliz,

Consulte al sabio mas sabio del bosque, un buho viejo que vino a mi encuentro, para sacarme esta maldición, probo de todo, hasta paños frios y nada calmo mi sed, nada calmo mi tristeza, ni mi soledad, hasta vinieron las ardillas alocadas, jugetonas, que no les importaba nada mas que divertirse, y juntos jugamos, hicimos muchas cosas, pero nada, nada me llenaba de verdad, y un vacio como un hueco en el centro del pecho me envolvia cada vez mas.-

Preocupado recurri a todos las posibilidades, probaron los animales de todo el bosque, con remedios caseros, cantos, invocaciones, juegos y hasta presentandome otras ramas de mi edad, pero todo era como si nada, por momentos estaba bien pero algo simpre faltaba que no me permitia del todo disfrutar, si bien no estaba del todo tan mal, tampoco estaba del todo bien.......

Así siguió pasando el tiempo, hasta que un día bajo una llovizna helada, me empece a preguntar el ¿ por que si yo estaba tan bien?, por que aquel gran arból había permitido que pasase lo que paso?, pensaba que era una maldad permitir eso, teniendo el gran árbol la posibilidad de evitarlo, ¿como no lo había evitado?.... estaba volviendo a la protesta y al enojo cuando de repente......, allí como un susuro imperceptible, alguien me habló..., no se si era una voz.., sino mas bien se parecia mas al movimiento de las ojas que se mueven por el viento, que propiamente a una vos, volvi a escucharlo y allí mi corazón latio, no se como, ni de que forma con su dulzura esta extraña voz me explicó que "solo mi rama guía tomo la decisión de marcharse, como así también después la tome yo, pero que ese arbol majestuoso bueno y manso seguía esperandonos a todos, y que tenía sus ramas abiertas esperando recibirnos y darnos su inmenso amor".-
Ante dichas palabras, sin mas me quede como pasmado, helado petrificado, en una arrebato repentino, me quice acercar para ver que onda, para probar si lo que había escuchado o simplemente había sentido era verdad, y de repente al acercarme a aquel majestuoso árbol, una de las ramas que sostiene me hecho....!! me hecho diciendome que "si no estaba seguro que no volviera, que volviera cuando estuvise decidido a volver.....", quizas esas palabras me volvieron a la realidad o quizas no las entendí bien, el hecho es que eso me causo tal enojo, que como pude le grite al arbol: "vistes lo que pasó, yo quice volver pero uno de los tuyos me dijo que pegue la vuelta, me hecho, ...yo lo intente, quise volver, ahora lo siento no voy a volver.-"

Confundido volvi a mi casa, el tiempo siguio pasando, la primavera, el verano, el otoño y el invierno se volvieron a suceder, y algo había en mi que se negaba a volver, pero tampoco tenía razones para volver, ¿A que? ¿Para que?, si me habían hechado, mi orgullo estaba herido, si se habían portado injustamente siempre conmigo, para que volver, me lastimastes no te puedo perdonar no puedo volver.-

Seguí como toda rama mi vida, hasta que un día, una helada grande que me hizo sufrir mucho algo raro me hizo ver, me hiz comprender, que si bien la nieve cubría todo sobre mi no había tanta nieve como debería haber, entonces me pregunte ¿el Por que?, ¿Por que en los días de intenso calor el sol casi nunca me había quemado de una manera tan fuerte como había visto en otros arboles el sol caer? ¿Por que en invierno cuando no había que comer encontraba mi tierra llena de nutrientes para comer? ¿Por que....?, una y otra pregunta me sucedian, y no lo podia entender.-

Entonces en un día primaveral del mes de octubre, ese sonido a hojas que me hablara alguna vez se me volvio a hacer presente, lo sentía cerca, muy cerca como protegiendome, entonces miré hacia arriba y en ese mismo instante todo, todo lo pude comprender.....

Vi sobre mi cabeza sus largas ramas protegiendome, en invierno cuando nevaba ellas me protegian de la nieve, como de las tormentas, el granizos y el fuerte sol, en otoño me rodeaba con sus hojas secas para que mi tierra se llenara de nutrientes y tuviera en invierno que comer, cuando el sol era agradable corria sus ramas para que creciera fuerte, para que creciera bien, y comprendiendolo todo, allí me conmoví, alli lloré, a pesar de que ya no estaba en su arbol, a pesar de que me alejé, me cuidaba y me amaba aunque yo no lo quiciera bien, tanto amor apesar de mi ofensa no lo podía comprender.-

Fue tanta mi vergüenza que lloré, lloré y lloré, con cada lágrima sentia que se limpiaba mi alma, como asi tambien todo el mal que te cause alejandome, dejandote y hasta hablando mal de vos, por todo eso muchas lagrimas derramé, decidido y con vergüenza suplicante y de rodillas me acerque, sin saber que me encontraria, sin darme cuenta me emosioné al ver que me estabas esperando con todas las ramas y las hojas que te pertenecen, incluso aquella que "me hechara" alguna vez.-

Me hicistes subir mas alto de donde me bajara, yo mismo, la ultima vez, eso entre otras cosas no lo podía entender, pero el gran árbol me dijo que ese era mi lugar en el que me queria poner, el que siempre había soñado para mi distino, para que yo me asiente, para que pudiera ocupar, era como un granjero que encontraba su parcela, allí me sentí muy bien, entonces con cuidado, y sin hacer mucho revuelo, humilde y calladito me acomode, sus ramas se extendieron y me unieron definitivamente a su corazón, me unió a su sabia, a la fuerza de la vida que brota desde él y en mi interior empezo a correr una alegría, una energía que nunca antes había tenido, ni sentido en mi corazón.-

Era una sensación única, me injertaste a tus ramas y allí me uní a él, como por arte de magia, los sentimientos de angustia, soledad y tristeza, los fue calmando, poco a poco con su presencia y con su paz me fue llenando, con una alegría que no era euforia, pero que era mas permanenete que la que habia conocido con las ardillas y con todos los demas me lleno el corazón, su amor poco a poco me envolvia y cada vez sentia que no era yo solo, sino que parte mía era él y que parte suya tambien era yo.-

Por eso te escribo esto, es tan grande tu amor y tu misericordia que a pesar de mi ofensa me volviste a recibir, me diste mi lugar y allí verdaderamente soy felíz, gracias por recibirme, por aceptarme, por perdonarme, se que tengo mucho que trabajar, tengo mucho que sanar, tengo mucho por hacer, pero se que tarde o temprano con tu ayuda y con tu gracia lo voy a hacer, por que ya encontre a donde pertenezco, por que encontre mi parcela encontre mi lugar, por que tu presencia me alimenta, me alienta, me guía y jamás me dejará, gracias por tu amor y por unirme nuevamente a tu savia, a tu arbol, a tu verdad.-
y ojala, pueda algún día dar los frutos que de mi esperas, que pueda estirar mis ramas para cubrir a los que se alejaron, los que no te conocen, para que puedan volver, a llenarse con tu amor, con tu presencia, con todo lo que sos, para que encuentren la vida y realmente sepan lo que es amor.-

Gracias

F.R.B.

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