jueves, julio 08, 2004

Madrigal exaltado

Me descubrí hoy sin vos, sin los encuentro en casa, de vino y lectura, de vino y poesía, que siempre terminaban en caricias y besos, donde por horas podíamos hablar de literatura, de amor, y de toda la poesía de nuestro pequeño mundo.-
cerraba el encuentro tu cuerpo y el mio rodando sobre la alfombra, amandonos hasta quedarnos dormidos uno junto al otro.-

Hoy estas lejos, te fuistes a Madrid y yo aca en Buenos Aires, con el frío de la tarde, te recuerdo aquel poema de Ruben Darío, que solias recordar (Madrigal exaltado)

¡Dies irae, dies illa!
¡Solvet seclum in favilla
cuando quema esa pupila!
La tierra se vuelve loca,
el cielo a la tierra invoca
cuando sonríe esa boca.
Tiemblan los lirios tempranos
y los árboles lozanos
al contacto de esas manos.
El bosque se encuentra estrecho
al egipán en acecho
cuando respira ese pecho.

Tan simple y tan concreto, que lo amabamos por eso por ser simple, por ser nuestro, por ser el primero que te dije cuando te conocí, y el último con el que te despedí.-

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